Nota. El PORTAL JURÍDICO ADUANERO agradece
al Dr. Osvaldo Ramírez Ortiz Director de la Facultad de Derecho, Universidad Autónoma de Tlaxcala,
nuestro invitado especial de la Revista JURISTA de Xalapa Veracruz México, por
su excelente comentario acerca de la enseñanza del derecho para el mundo
globalizado del siglo XXI. Por su amplia experiencia académica en materia penal
expone un análisis sin precedentes que sin duda generará diversas opiniones de
la sociedad forense.
Entre las ofertas educativas más
buscadas por las comunidades preparatorianas de nuestro país se encuentran la
Licenciatura en Derecho y los posgrados sobre esta disciplina. Son múltiples
las perspectivas de análisis sobre las razones que impulsan a los estudiantes a
matricularse en las escuelas jurídicas en tan elevado número. Dos de esas causas
parecen ser que estudiar Derecho se considera algo fácil, a diferencia de
profesiones donde es constante la presencia de las matemáticas, la química, la
física y la biología, y también que la profesión parece aportar prestigio y
señorío a quienes la representan.
Hay toda clase de escuelas que ofertan
la carrera, desde los renombrados planteles de juristas que hacen investigación
y producen conocimiento, hasta las miles de pequeñas escuelas privadas que la
tienen dentro de sus programas educativos.
Casi a punto de entrar a la segunda
década del siglo XXI, se impone una reflexión sobre aspectos relacionados con
la adquisición escolar del conocimiento jurídico. En este breve trabajo, ni
siquiera alcanzaremos a mencionar algunos de los capítulos más destacados y
controversiales de esta labor, como podría ser el estatismo en los métodos de
enseñanza, los cambios de paradigmas aspiracionales de los estudiantes, los
rafagueantes cambios sociales que detonan cientos de modificaciones en las
leyes y códigos, la aparición emergente de nuevas ramas jurídicas y la falta de
capacitación en los docentes.
Igualmente, los excesos de temas en las
asignaturas, la mala preparación en los niveles escolares previos, la
multidisciplinariedad del tiempo actual, el exceso de teoría y la falta de
práctica, las crisis económicas y, por supuesto, la invasión tecnológica, que
lo mismo se constituye en problema por crear alumnos distraídos en clases con
sus aparatos electrónicos, que puede servir como un eje de trabajo y creación
del conocimiento.
Al respecto, Jurista decidió
entrevistar a un connotado abogado que está inmerso en la fantástica tarea de
formar abogados. Se trata del doctor Osvaldo Ramírez Ortiz, director de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Tlaxcala.
El doctor Ortiz es licenciado en
Derecho por la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad
Autónoma de Tlaxcala. Es maestro en Ciencias Penales por el Centro de
Investigaciones Jurídico-Políticas de la División de Estudios de Posgrado en
Derecho de la misma Universidad, institución en la que también cursó el
Doctorado en Derecho, donde obtuvo en el año de 2012 el grado académico por unanimidad
y con mención honorífica.
Notario Público con licencia, se ha
desempeñado como docente, conferenciante, investigador, tutor, asesor de
trabajos de investigación y tesis, sinodal de exámenes profesionales y de
grado, ponente y moderador en mesas de trabajo, participante y organizador de
diversos cursos, talleres, ciclos de conferencias, seminarios, coloquios, congresos
y diplomados, así como en actividades culturales y de difusión.
1.
Existe la percepción de que las nuevas generaciones de estudiantes de Derecho presentan
un bajo nivel académico. ¿Es esto real y, en su caso, cuál es la razón?
Como usted bien lo dice, es un tema de
percepción, porque existen en el país múltiples alternativas en las
instituciones de educación superior, tanto públicas como privadas, para
estudiar la Licenciatura en Derecho, y ello implica que existen diferentes
niveles de formación en los estudiantes, lo cual no quiere decir que la mayoría
de las generaciones tengan deficiencias; antes al contrario, yo diría que
existe un choque generacional entre los estudiantes que egresan y se enfrentan
a un sistema jurídico que en la práctica está lleno de operadores jurídicos
corruptos, de funcionarios públicos venales, e incluso de litigantes que ya
traen en su ADN profesional las perniciosas prácticas que tanto desprestigian a
la disciplina jurídica.
Entonces tendríamos que pensar más bien
que el egresado de las aulas, tiene una formación que si bien pudiera no parecer
la más idónea, sí es la que necesariamente debe respaldar el ejercicio inicial
de su ingreso al mercado laboral. Sin embargo, el medio jurídico con su currículum
oculto -esto es, el conjunto de prácticas y hábitos indeseables en el mundo
normativo profesional- absorbe el idealismo del estudiante de reciente ingreso al
mercado laboral, colocándolo en la eterna disyuntiva de que una cosa es el
terreno del idealismo universitario, y otra el realismo laboral.
Ahora, lo que sí le puedo afirmar, es que
hoy día las instituciones de educación superior deben buscar fincar su prestigio
como formadoras no sólo en el derecho, sino en otras disciplinas, mediante los
procesos de acreditación nacional e internacional de organismos especializados
en la rama del conocimiento que abordan, como ocurre con la Licenciatura en
Derecho de nuestra Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Criminología -que
está acreditada por el Consejo nacional para la Acreditación de la Educación
Superior en Derecho (CONFEDE)-, para garantizar el egreso de generaciones de juristas
acordes a las necesidades de la sociedad, que cada día es más exigente, y que
requiere de profesionales con mayores horizontes de habilitación en el
conocimiento jurídico.
2.
Otra particularidad de las Escuelas de Derecho es que hay exceso de teoría y
muy poca práctica. ¿Cómo se puede revertir un fenómeno así?
Precisamente hoy día, las condiciones que
usted señala han venido revirtiéndose de la mano de las reformas que al marco jurídico
se están registrando en nuestro país, colocando al paradigma de la oralidad
como un elemento vertebral en el ejercicio del litigio; en ese sentido, la
oralidad viene a representar un nuevo escenario para los estudiantes de
derecho, quienes deberán prepararse con mayores elementos argumentativos, más allá
del tradicional concepto de lectores de códigos.
La oralidad implica un cambio en la mentalidad
del ejercicio del derecho, que se está llevando a cabo en el ámbito del derecho
penal, del derecho familiar, del derecho mercantil, del derecho fiscal y, próximamente,
en el terreno del derecho laboral y contencioso administrativo.
Junto a ello, las doctrinas del neoconstitucionalismo,
el garantismo y los derechos humanos, implican una nueva actitud para el
estudiante, el cual debe interiorizar estos conceptos para adaptarse a la
dinámica que representa en estos tiempos la internacionalización del derecho.
3.
¿Cómo recomienda abordar el tema de la gran cantidad de leyes, la inmensa cantidad
de jurisprudencia y el mundo altamente especializado, para obtener un buen
aprovechamiento en los estudiantes?
En el derecho, a diferencia de otras
disciplinas, por el contexto de las problemáticas que debe atender, no es
posible obviar en algún sentido su inmensidad y variedad, y en este caso, de lo
que se trata es de sistematizar el estudio de sus doctrinas, elementos y
categorías, para que una vez que el estudiante acceda a esta sistematización,
se especialice en alguno de los múltiples escenarios que atiende el derecho.
Hago referencia a ello porque precisamente
la especialización de los abogados obedece a esta inmensidad de normas que se
derivan de la jurisprudencia, e incluso los nuevos paradigmas doctrinarios a
los que he aludido en líneas anteriores
tienen su expectativa de realización y habilitación en la propia especialización
del jurista sobre diferentes tópicos.
Por ello tiene mayor valor el quehacer
de un abogado especializado en determinada controversia conforme al terreno
donde se dirima ésta –terreno penal, civil, familiar, etcétera-, que aquel cuyo
conocimiento de la especialidad no sea profundo.
Además, la especialización se cultiva desde
la docencia y la investigación, y por ese motivo es fundamental esta sistematización
del conocimiento jurídico al efecto de no perder de vista que el derecho, como
una disciplina de contrapesos lógicos y argumentos racionales, no puede
soslayar su carácter extensivo hacia los diferentes escenarios del desarrollo
humano.
4.
En el tiempo actual se da un desbordamiento de fronteras y se enfrentan
procesos de integración social entre naciones y razas otrora perfectamente
delimitadas. ¿Qué estrategias son propicias para encarar estos procesos?
Respecto del derecho, se ha
establecido en el proceso de globalización que la denominada figura del Estado
nacional ha cedido su definición de cara al fenómeno de integración mundial.
Y ese fenómeno acarrea como
consecuencia el desbordamiento de fronteras, atrayendo con ese desbordamiento
las cosas negativas y positivas de cada una de las naciones que se
interrelacionan, y para responder de modo preciso a este cuestionamiento, voy a
manejar un ejemplo de ambas condiciones –negativa y positiva- que gravitan
alrededor de esta nueva realidad mundial.
Una condición negativa es el aspecto de
la criminalidad organizada trasnacional, donde el orden jurídico penal
internacional debe ser muy consistente para atacar conductas delictivas que
tienen sus raíces en una nación y sus consecuencias en otra, pero cuya punición
o sanción debe ser racionalmente severa y efectiva en ambos lados donde se
origina y se concluye la acción delincuencial trasnacional. Aquí la
colaboración internacional es fundamental para obligar a las naciones a que sus
funcionarios cumplan con sus respectivos compromisos, y para ello el derecho
internacional público tiene un carácter definitorio.
La condición positiva de esta
integración social la podemos ubicar en el denominado control difuso de
convencionalidad, donde la figura del ciudadano cobra una relevancia especial
incluso ante los mismos Estados de donde
es originario, a partir de la condición monista del derecho, esto es, la
relación entre el derecho internacional y el derecho interno de un país. Así,
hoy vemos que a partir del denominado control difuso de convencionalidad, los
ciudadanos se pueden amparar en el orden internacional para proteger sus
derechos fundamentales ante la acción de las instituciones u operadores de su
propio Estado, y de ese modo se aprovechan en bien de la legalidad estos
procesos de integración social entre las naciones y las razas.
Se aspira, en el modelo monista que propugna
la Organización de las Naciones Unidas, a tener un derecho continental que
favorezca a los ciudadanos más que a los Estados, y esta condición es
fundamental para hacer posibles los ideales, en el derecho de cada país, de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, por ejemplo.
5.
¿Qué tanto ha avanzado su Universidad en el tema de movilidad estudiantil y
docente y en la homologación internacional de títulos?
Hemos tenido notables avances a partir
de una dinámica en la gestión institucional, y de allí, esa misma política se
afirma en cada uno de los espacios administrativos de las Facultades.
Esta condición de la movilidad, vio acentuada
su trascendencia durante la rectoría del
doctor Serafín Ortiz Ortiz, a través del Proyecto Millenium que impulsó desde
ese espacio administrativo, y donde planteó de modo sustantivo, entre otros
notables aspectos, la internacionalización de la Universidad Autónoma de Tlaxcala,
que se ve representada en convenios, acuerdos, reconocimientos y otras distinciones
de nuestra institución de educación
superior frente al concierto internacional educativo.
A partir de esas políticas directivas,
nuestra Facultad ha estimulado el tema de la movilidad estudiantil y de
docentes, y de modo concreto hemos estimulado la interacción acogiendo a
alumnos y alumnas en esta Facultad, de instituciones universitarias de nuestro
país como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad de Guadalajara
(U de G.), la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), y hacia el exterior,
hemos propiciado el intercambio con universidades de países como Colombia,
Brasil y Perú.
Respecto de la movilidad docente, hemos
tenido oportunidad de enviar a varios integrantes de nuestro claustro académico
a universidades de España, Argentina, Colombia, a cursar estudios de posgrado,
de educación continua, y a realizar estancias de investigación,
A partir de estas condiciones de intercambio
académico internacional, estamos prefigurando el escenario donde en el mediano
plazo podamos hablar ya de la habilitación en el proceso de homologación de los
títulos universitarios, aunque una decisión de esa naturaleza, debemos recordarlo,
queda a cargo única y exclusivamente del Honorable Consejo Universitario de
nuestra institución de educación superior.
6
¿Considera factible avanzar hacia esquemas de interdisciplinariedad, para que cuando
los jóvenes se desempeñen profesionalmente monten despachos multidisciplinarios
con profesionales de otras carreras, dada la complejidad del mundo actual?
En efecto, tenemos muy claro el
concepto integral de esa realidad multifactorial que vivimos en la actualidad,
y es por ello que nuestra universidad ha generado al interior de sus propias
estructuras, y como una sólida aportación, el Modelo Humanista Integrador
basado en Competencias (MHIC), donde se advierten una serie de condiciones para
la formación de lo que denominamos el homo universitatis, es decir, aquel
estudiante que adquiere durante su formación los tipos de aprendizaje:
declarativo, procedimental, actitudinal y valoral.
La perspectiva del MHIC, establece de
manera integrada: el saber (aprendizaje declarativo), saber hacer (aprendizaje
procedimental) y querer hacer (aprendizaje actitudinal); se busca el logro de
aprendizajes significativos de diversos tipos y niveles que se relacionan entre
sí de manera compleja, formando espirales que cada vez permiten ver horizontes más
amplios de conocimiento.
A partir de estos aprendizajes, y de la
enseñanza de procesos de emprendimiento, nuestros egresados tienen la posibilidad
de organizar sus propios espacios de desarrollo profesional, dado que están
actualizados en el contexto multifactorial que les presenta la actual configuración
de las sociedades de la posmodernidad.
7
¿Cree que los soportes informáticos estén rebasando la plataforma tradicional de
libros y materiales impresos, para enseñar?
De ningún modo pensamos que esto sea así,
más bien los soportes informáticos dimensionan y complementan el quehacer pedagógico
de los libros y materiales impresos para enseñar.
Y para dar una cierta claridad a esta respuesta,
basaré mi exposición en una afirmación de orden científico: la escritura y la
lectura son una experiencia mental que no puede reproducirse en toda su
efectividad por medio del teclado o las imágenes. Las letras, las palabras, los
párrafos, los textos, se construyen e interpretan en nuestro cerebro a partir
de la experiencia integral que se manifiesta en los libros u otro tipo de elementos
escritos.
Hoy día muchas personas han expresado su
perplejidad al darse cuenta que las cosas se comprenden mucho mejor cuando se leen
en el papel, además de que es menos agotador cuando se trata de ejercicios de
orden lecto-comprensivos. Baste apuntar que un profesor de apellido Wästlund,
de una universidad sueca, realizó un ejercicio en el cual mediante una prueba
de lecturas entre dos grupos de personas, uno que leyó textos en papel y otro
que leyó textos electrónicos, arrojó que el primer grupo obtuvo mejores
resultados en la comprensión de textos en papel, y el segundo, además de no
obtener en el texto electrónico esa adecuada comprensión, manifestó un nivel de
cansancio y estrés, sobre todo estrés, que impidió la adecuada comprensión del
texto. Y cito sólo un pasaje de esta realidad, pues hay varios estudios que
hablan en el sentido de lo que estoy aquí argumentando.
Entonces, hay que insistir, las
tecnologías informáticas son muy valiosas, y resultan ser un complemento
sustantivo a estos medios impresos —sobre todo en el proceso de ubicación
precisa de la información y su almacenamiento, consulta y transmisión—, que yo
no denominaría tradicionales, sino más bien permanentes, sobre todo si
consideramos que la evolución de nuestro cerebro con relación a los signos
lingüísticos, es de apenas 10 mil años, un periodo de tiempo muy corto en
relación con la evolución de las especies mamíferas que nos han acompañado
desde hace millones de años en este planeta.
Como funcionario universitario de la
Universidad Autónoma de Tlaxcala, el doctor Osvaldo Ramírez Ortiz ha ocupado los
cargos de Director General de Sistemas de Bibliotecas; Coordinador de Extensión,
de la Secretaría de Extensión Universitaria y Difusión Cultural; Coordinador de
Carrera en la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la
Facultad de Derecho; Secretario Académico y Coordinador General de la División
de Estudios de Posgrado en Derecho, y del Centro de Investigaciones Jurídico-Políticas
(CIJUREP), Secretario Académico de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y
Criminología de la UAT, institución en la que actualmente se desempeña en el
cargo de Director.
Se ha desempeñado como Director de la
Escuela de Argumentación Jurídica, y profesor en la Facultad Libre de Derecho de
Tlaxcala.
Es miembro o socio honorario del Colegio
de Abogados del Valle de Texcoco, de la Federación Mexicana de Psicología, del
Colegio de Abogados “Mariano Otero, A.C.” y de la Confederación de Colegios y
Asociaciones de Abogados de México, A.C. (CONCAAM). En el año 2016 se le
entregó la “Presea Académica Jurista Ejemplo a Seguir”, del Centro de
Capacitación y Certificación Científico, Tecnológico, Laboral A.C., en Cuautla,
Morelos.
Cuenta con artículos científicos publicados
en diversas revistas y memorias de eventos académicos, tales como la Revista
SUMMA, la Revista CIJUREP, y las Revistas Dialéctica Juris y Tatbestand.
Como resultado de su producción académica,
es coordinador y coautor de la obra jurídica denominada Metodología de la
Investigación en las Ciencias Sociales, publicada en mayo del 2013; coautor de
la obra Manual de Metodología de las Ciencias Sociales, publicada en el año
2015; y coautor de la obra Democracia Electoral Rijosa y Litigiosa en México.
Un caso, la paridad de género, publicada por la UNAM, la FEPADE y otras
instituciones.
Es docente con perfil PROMEP y parte
integrante del Sistema Nacional de Investigadores de Conacyt. Actualmente es
líder del Cuerpo Académico en Formación denominado: “Seguridad Pública, Oralidad
y Delincuencia Organizada”.
8.
¿Hay un nivel suficiente y eficiente de transmisión de valores y principios éticos
para prevenir el mercantilismo, el oportunismo y futuras conductas inmorales en
profesionales que idealmente trabajarán en la búsqueda de la justicia?
Una de las notables aportaciones al medio
de la educación superior por parte de nuestra universidad, como ya lo mencioné
en líneas anteriores, es precisamente el Modelo Humanista Integrador basado en
Competencias, donde, en correlación con nuestro cuarto eje rector denominado
Autorrealización, permite al estudiante por medio de la creación del denominado
“Proyecto de vida”, potenciar sus habilidades y aptitudes, incorporándolo a las
actividades académicas, deportivas y artísticas, consolidando con ello su desarrollo
personal y profesional, formando universitarios comprometidos con el servicio a
la sociedad.
Por ello, desde el esquema de este modelo,
prefiguramos estudiantes que tengan las capacidades genéricas y específicas
siguientes:
1.
Competencias
genéricas de la IES:
• Capacidad de abstracción, análisis y
síntesis;
• Habilidad de comunicación oral y escrita;
• Habilidad de investigación y
desarrollo de proyectos;
• Capacidad de autoaprendizaje;
• Habilidad para trabajar en contextos
internacionales;
• Capacidad para generar nuevas ideas,
y
• Habilidad de liderazgo, entre otras.
2. Competencias
específicas:
• Desarrollar una cultura de
actualización constante, mediante el pensamiento crítico y autocrítico en el
contexto socioeconómico y cultural, para responder a las demandas de la
sociedad en cualquiera de los ámbitos del campo profesional;
• Distinguir, desarrollar y argumentar
procesos de investigación para el manejo de hechos, ideas, significados y fenómenos
con una actitud analítica transformadora, crítica, reflexiva e innovadora, en
la búsqueda de alternativas de solución a problemáticas de orden jurídico, que
incidan en el contexto social;
• Manejar las distintas formas de solución
de conflictos tanto alternativos como judiciales, basadas en las normas
pertenecientes al derecho privado, mediante el análisis e interpretación de la
ley y de la doctrina, aplicables a la materia, para resolver las problemáticas
de orden personal y económico, derivadas de las relaciones entre los
particulares, así como de los actos y hechos que éstas generen, y
• Elaborar conceptos e ideas jurídicas
a partir de los conocimientos teóricos y empíricos, para desarrollar el
razonamiento y el análisis en la conformación de un criterio personal, que guíe
el actuar profesional de nuestros egresados, ante las demandas del sistema
penal actual, entre otras exigencias.
9.
¿Qué tanta eficiencia existe en los cuerpos académicos de las Escuelas de Derecho
para incorporar nuevas propuestas teóricas, conceptos, desarrollos tecnológicos,
etcétera, en la curricula vitarum de las carreras, habida cuenta de que con
frecuencia esos cuerpos colegiados reaccionan e innovan de manera lenta?
Sin duda es trascendente esta tarea de
los cuerpos colegiados, en dos sentidos: uno, se estimula el desarrollo profesional
del docente hacia estadios de posgrado (maestría y doctorado), junto con las
distinciones a que pueden acceder en tanto profesores de tiempo completo, a
través del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (PRODEP), o del Sistema
Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo nacional de Ciencia y Tecnología
(CONACyT).
Y por el otro lado se promueve la producción
innovadora del conocimiento sobre determinadas líneas de investigación, cuyos
efectos acusen mayor necesidad de ser cultivadas conforme a las necesidades
sociales.
Ahora, hay que dejar en claro que en relación
al derecho -como ocurre con diferentes ciencias sociales o humanas-, el avance
o la innovación del conocimiento guarda criterios que se advierten distintos en
el tiempo y el espacio respecto de los desarrollos tecnológicos, que se manifiestan
en relación a sus efectos inmediatos en los entornos sociales a los que se
vinculan.
En nuestra Facultad, tenemos actualmente
tres cuerpos académicos con distintos
niveles de habilitación, y que cultivan diversas líneas, generación y aplicación
innovadora del conocimiento.
10.
¿Cuáles podríamos considerar que son algunos nuevos métodos en la enseñanza universitaria,
más allá de las exposiciones magistrales en clase?
Dentro de nuestro Modelo Humanista Integrador
basado en Competencias, establecemos como prioridad que el académico se
convierta en un sujeto con diferentes habilidades para el proceso de enseñanza-aprendizaje,
en el cual el papel del docente se transforma y evoluciona, pasando del modelo
tradicional, para constituirse en un individuo formado y capacitado
profesionalmente, que cuenta con conocimientos disciplinares, así como con
habilidades pedagógicas, erigiéndose en un facilitador y gestor del
conocimiento.
La capacidad de flexibilidad del docente,
por ejemplo, la entendemos como la condición que permite la adecuación a las
demandas sociales y a las necesidades de desarrollo integral de los estudiantes,
para aprender permanentemente y, por último, atender a la diversidad cultural y
condiciones en las que se desarrolla la docencia.
En el contexto del MHIC, el docente
concibe la importancia de la materialización del binomio docenciain-vestigación,
que permite conocer y comprender los requerimientos sociales, en particular los
del estudiante, ya que a través del trabajo colectivo que se desarrolla en el
seno de los Cuerpos Académicos, las Academias y los Colegiados de Licenciatura,
es como se llevan a cabo los diversos diagnósticos, análisis y estudios, cuya
realización posibilita la detección de los señalados requerimientos.
Trabajamos también el concepto de polivalencia,
que significa que los profesores en esa condición son aquellos en los que su
formación se caracteriza por contar con diversas cualidades, como las que a
continuación se enuncian:
1. Humanista;
2. Transformador;
3. Investigador Social;
4. Promotor del desarrollo
comunitario, y
5. Facilitador y mediador
del aprendizaje en comunidades virtuales.
El académico será un gestor del aprendizaje,
capaz de privilegiar estrategias didácticas que conduzcan a sus estudiantes a
la adquisición de habilidades cognitivas de alto nivel, a la interiorización razonada
de valores y actitudes, a la apropiación y puesta en práctica de aprendizajes
complejos, resultado de su participación activa en ambientes educativos
experienciales y situados en contextos reales. Por lo tanto, y bajo esta perspectiva,
el docente universitario de nuestra Facultad se caracteriza por los siguientes
puntos:
• Conoce su materia;
• Se informa sobre otros
campos disciplinares;
• Puede conseguir
intelectualmente lo que él espera de sus estudiantes;
• Es capaz de pensar sobre
su forma de razonar en la disciplina, analizando su naturaleza y evaluando su calidad;
• Asume que el aprendizaje
tiene poco sentido, si no es capaz de producir una influencia duradera e importante
en la manera en que la gente piensa, actúa y siente;
• Diseña estrategias de
aprendizaje;
• Favorece competencias
que ponen de manifiesto la forma de razonar y actuar que se espera en la vida
diaria;
• Crea un entorno de
aprendizaje crítico;
• Consigue la atención y
el interés del estudiante por el conocimiento;
• Busca compromisos;
• Ayuda a los estudiantes
a aprender fuera de clase;
• Atrae a los estudiantes
al razonamiento disciplinar;
• Crea experiencias de
aprendizaje diversas;
• Tiene confianza en sus
estudiantes;
• Tiende a tratar a sus
estudiantes con amabilidad, y
• Comprende que evaluar es
un proceso de reflexión integral del proceso de aprendizaje del estudiante.
11
¿Pueden las universidades superar las deficiencias que traen los estudiantes desde
los niveles escolares previos en redacción, ortografía, empleo de la Lógica y
la Filosofía, argumentación, etcétera, para que se pueda conseguir un eficiente
análisis y manejo de textos jurídicos?
Por supuesto que sí, aunque para ello debe
haber un compromiso muy estricto, serio y formal de los estudiantes que ingresan
a las universidades. Se les debe concientizar del privilegio que tienen de pertenecer
a un porcentaje mínimo de aspirantes que desde la educación básica hasta la
educación media superior, son seleccionados para continuar con su formación
profesional, y ello implicará obviamente, un esfuerzo permanente en el cual, incluso,
en nuestra universidad, involucramos a los padres y madres de familia de los
incipientes universitarios.
Este trabajo cotidiano con los
alumnos, se complementa además con un ambiente de disciplina y orden dentro de nuestras
aulas universitarias, para hacer del alumno un verdadero y genuino estudiante
universitario, conjuntamente con las cualidades que se cultivan en el marco del
Modelo Humanista Integrador basado en Competencias.
12
¿Cree que el estudiante de Derecho debe desarrollar no sólo un nivel educativo de excelencia en cuanto al conocimiento,
aplicación y ética, sino un compromiso
con los problemas sociales y la búsqueda de la justicia?
En efecto, considero que la formación ética
del estudiante debe responder a altos valores propios de la persona humana, puesto
que el universitario que se habilite en la ciencia jurídica, en el futuro habrá
de tener bajo su responsabilidad los bienes personales y materiales de quienes
requieran de sus servicios, y en ese sentido, el carácter ético del egresado tiene
una singular trascendencia, comenzando por supuesto por un óptimo proceso
formativo que le ayude a sobreponerse al terreno de la realidad jurídica, y a
lo que hemos llamado el currículum oculto de la misma.
Esa formación desde nuestra Licenciatura,
la estimulamos con la autorrealización, la deontología jurídica, la creatividad
y el liderazgo, expresión oral y escrita, argumentación, entre otras,
haciéndole comprender al universitario la trascendencia de su labor dentro de
su entorno social, que a su vez resulta ser un punto sustantivo del Modelo
Humanista Integrador basado en Competencias.
13
¿Qué materias considera de vanguardia para ser implantadas en la Licenciatura en
Derecho?
Para los efectos de la habilitación de
vanguardia de los estudiantes, tenemos integradas al Programa Académico las unidades
de aprendizaje siguientes: Tecnologías de la Información y la Comunicación,
Autorrealización, Inglés, Comunicación oral y escrita, Metodología de la
Investigación, Argumentación Jurídica, y las que considero deben de ser implantadas
son por ejemplo la de Derecho y Ciencias Forenses, Litigio Estratégico en
Materia de Derechos Humanos, Globalización y Derecho, entre otras.
14.
Según la Dirección General de Profesiones de la SEP, desde 1945 hasta 2016 se
han emitido 669 mil 962 cédulas profesionales
de abogado; sin embargo, el INEGI reportó el año pasado que se desempeñaban
profesionalmente en el ramo jurídico 342 mil 809 personas como abogados, lo que
significa que 327 mil 153 (casi la mitad) trabajan en otras cosas. ¿Será porque
esta es una carrera con poca exigencia académica para ser cursada?
Bueno, este es otro asunto de
perspectiva, porque de 1945 a la fecha, han pasado 70 años, y habría que tomar
con mucha reserva cuántos de los abogados que se certificaron en los 40’s y
hasta los 70’s siguen en activo y en qué condición ejercen la ciencia jurídica.
Ahora, debo precisar que el jurista tiene
amplio terreno de desarrollo, y no necesariamente el litigio es su única fuente
de desenvolvimiento; muchas de las posiciones que se tienen dentro de las dependencias
públicas y firmas empresariales, ocupan a juristas para el servicio público, la
asesoría privada, respectivamente, entre otro tipo de alternativas laborales.
Asimismo, la docencia y la
investigación resultan ser espacios idóneos para quienes desde su formación
como licenciados en derecho pueden cultivar en los posgrados y en la
investigación, el avance de la ciencia jurídica, a partir de la producción del conocimiento innovador y, por
supuesto, la generación de recursos humanos cada vez más capaces de enfrentar
las demandas que en materia jurídica presenta la sociedad.
Entonces, si observamos los factores señalados,
veremos que las cifras que emite la Dirección General de Profesiones de la SEP,
tienen un relativismo digno de estudiarse para no caer en apreciaciones subjetivas.
15.
Si desea agregar algo:
Deseo agradecer la oportunidad de aparecer
en esta publicación, y permitirme el planteamiento de una serie de temas sustantivos
para la formación de nuestros futuros juristas en México, y por supuesto, desde
nuestra Universidad Autónoma de Tlaxcala, junto con la Facultad de Derecho,
Ciencias Políticas y Criminología, institución donde hemos establecido una
dinámica que busca otorgar a los estudiantes la certeza de una adecuada
formación profesional, para afrontar los retos de su entorno y, a su vez, contribuir
de forma sólida a la afirmación de los postulados que dan razón y sentido a la
UAT, y que se sintetizan en un sólo aforismo: “Por la cultura a la justicia
social”.
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