Por:
Por MARÍA DEL PILAR BADILLO
VIRUÉS Licenciatura en Derecho por la Universidad Veracruzana. Diplomados por
la UNAM y la Universidad Veracruzana. Promotora estatal de Derechos Humanos.
Directora de https://argumentumcultura.com/.
RESUMEN: A lo largo del tiempo, la percepción de
Estado ha pasado por diversos momentos importantes y determinantes. La
evolución necesaria se ha ido atrasando y ha sufrido graves problemas.
Actualmente, el Estado atraviesa por una severa crisis dentro de sus fines
civilizadores a consecuencia del Estado tradicional. Cabe destacar dos puntos
importantes y relacionados: Estado y Derecho, necesarios para el correcto orden
y funcionamiento de la sociedad. Agrupando a otro elemento determinante: el
Principio de legalidad, clasificado dentro del presente artículo como marco de
la transformación del Estado Contemporáneo, debido a que debe considerarse como
protector del Estado de Derecho.
PALABRAS
CLAVE: Estado tradicional, crisis,
Estado contemporáneo, Principio de legalidad, Estado de Derecho.
I.
DEFINICIÓN DE ESTADO E HISTORIA
Jellinek define al Estado desde el punto de vista sociológico
como “la agrupación política sedentaria con un poder de mando originario”. Si
observamos y analizamos su definición, nos podremos dar cuenta de que aporta
ciertos elementos determinantes. Se describe al pueblo como una agrupación
política, al territorio como agrupación sedentaria y a la soberanía como poder
de mando originario, aunque el carácter jurídico no está presente.
Arnaiz, por su parte, hablaba sobre la vinculación
del Estado con el Derecho y decía que la finalidad de éste era asegurarlo. “El
Estado lo es de derecho por definición, de no ser así, deja de serlo. Un Estado
sin derecho es una arbitrariedad y un derecho sin Estado será apenas un
convencionalismo sin obligación de cumplimiento”
El Estado ha vivido un proceso de construcción largo y
lento. La Revolución Industrial marcó una pauta importante en la economía en los
Siglos XVIII y XIX y primera mitad del XX, en donde se desarrolló la
industrialización y hubo una revolución comercial en Europa. Por otra parte, la
Revolución Francesa dejó una transformación social y política. Se desarrolló en
Francia entre 1789 y 1799 y tuvo como uno de sus más grandes efectos la
abolición dela monarquía absoluta y la proclamación de la República, eliminando
con ello bases sociales y económicas del Antiguo Régimen.
En el periodo que nace de la Grecia Antigua, en la Atenas
que va del siglo V a.C. (abarcando hasta el siglo I de nuestra era) cuando
termina la República y surge la Roma Imperial, es en donde aparecen dos
conceptos de ciudadanía: la tradición política, propia del polites griego, y la
tradición jurídica del civis latino.
“Han sido diversos factores los que han alterado
la organización y que han dado paso a la transformación del Estado. Es de suma
importancia el conocimiento de la historia, ya que de esta manera resulta más
fácil un análisis sobre las cosas que resultaron favorables para él y cuáles
no, para así repetirlas sólo a conveniencia de todos”.
II.
PROBLEMÁTICA ACTUAL: CRISIS
El Estado sufre una severa crisis en diversos sectores,
provocándole decaimiento en los mismos. Por ejemplo, en el plano económico. La
globalización mundial ha reinventado poco a poco los modelos tradicionales de
las sociedades y la ciudadanía. La soberanía y el principio de la legalidad
juegan un papel importante y determinante en el Estado de Derecho. Sin embargo,
el constante deterioro de ambas ha propiciado la actual recesión. “La legalidad
cumple, por tanto, un papel fundamental en la medida en que crea la certeza de
orientación que requieren los individuos, sobre todo cuando no están seguros de
la racionalidad y justicia de sus decisiones, en particular cuando el interés
en el beneficio personal parece ser el que prevalece por sobre los demás factores”.
III.
EL ESTADO COMO ORGANIZACIÓN
Hay quienes aprecian hoy en día al Estado como un
mecanismo de organización para el desarrollo de fines colectivos, en donde la
justicia (individual y social) y el bien deben prevalecer.
“El Estado es una organización social real,
no es ningún invento ni ficción, sino que existe, y es parte de la vida de los
hombres. En este sentido no es una suma simple de individuos, sino que al
integrarse los individuos en una comunidad, dan forma a la organización como
tal”.
Se percibe a sí mismo con un sentido común de unión. Al
estar organizados se adquiere fuerza y se logra sobreponer ante egoísmos
humanos. Tomando también en cuenta lo que plantea Andrés Serra en La Proyección
actual de la Teoría General del Estado, 1995: la organización necesita del
orden jurídico y político para integrarse.
Personalmente y aunque suene utópico, así es como se
tendría que tener la visión general de trabajo colectivo y con sentido de
nacionalidad, siendo así más fácil el desarrollo de los objetivos esenciales como
sociedad.
IV.
ESTADO DE DERECHO
El Estado está regido en su mayoría por un Estado de
legalidad, pero no de Derecho.
“Todo Estado de Derecho debe contar al menos con
los siguientes elementos: Primacía de la Ley; Sistema jurídico de normas;
Legalidad en los actos administrativos; Separación de Poderes; Protección y
garantía de los Derechos Humanos, y Examen de constitucionalidad de las leyes”.
Es por ello que, al ser tan amplio el concepto de Estado
de Derecho, requiere un mayor compromiso por parte de todos los componentes que
lo buscan y que lo deben ejercer. Los actos de cada Estado están sometidos a su
Constitución Política y deben estar enmarcados bajo el principio de legalidad.
En primera parte entendemos a la legalidad como conformidad con la ley. El
Principio de legalidad se refiere a que los poderes públicos están sujetos a la
ley y no pueden invalidarse.
Resulta importante realizar la mención de este principio
debido a que no sería posible sin la conformación de un nuevo Estado
-fructífero-. Ya se mencionó anteriormente que el Estado es conformado por la
sociedad y ésta tiene una estructura como organización; por ello las luchas
sociales que encabece el poder político, no tendrían éxito sin un pilar legal y
popular.
“El Estado aparece como el orden normativo
adecuado para dar coherencia a la sociedad contemporánea”.
V.
PROPUESTA
Todos los individuos poseen características comunes dentro
de un Estado que los unen e identifican. En su mayoría somos personas capaces y
pensantes. Pareciera increíble cómo aún en nuestros tiempos existen porcentajes
inimaginables de corrupción, ineficiencia por parte de nuestras instituciones,
gobernantes que en nuestras caras hacen lo que quieren y que no nos respetan
como miembros del Estado.
Como ciudadanos tenemos una gran y amplia
responsabilidad, además de compromiso con nuestro estado y país. No hay que
dejar en manos de sólo unos cuantos la batuta de nuestro presente y futuro.
Debe existir una organización individual y colectiva en donde todos los
miembros de la sociedad participen en la planeación y ejecución de diversas acciones.
Una buena organización requiere de una buena comunicación y se da si más de una
voz es la que intercambia ideas. Actualmente el miedo ha logrado doblegar voces,
callarlas y no permitir que lleguen a más personas. No podemos dejar que esta
idea se apodere de nosotros. En unidad, se puede erradicar el miedo.
“Nos preocupamos a la vez de los asuntos privados
y de los públicos, y gente de diferentes oficios conoce suficientemente la cosa
pública; pues somos los únicos que consideramos no hombre pacífico, sino
inútil, al que nada participa en ella, y además, o nos formamos un juicio
propio o al menos estudiamos con exactitud los negocios públicos, no
considerando la discusión como un estorbo para la acción, sino como paso previo
indispensable a cualquier acción sensata”.
Duelen las personas que se empeñan en desprestigiar la
cultura, educación, economía, Sociedad Civil y toda la diversidad que nos
envuelve. Podrán someter su coerción, pero hay que recordar que el cerebro y
razonamiento es interno, no hay que dejar que corten nuestras raíces.
Ya es tiempo de cambiar ideología, por una que esté
enfocada hacia un cambio positivo. ‘’Para qué cambiar si nadie hace nada y así
no se logra nada’’, podremos escuchar. Sin embargo, los movimientos que han
marcado de manera positiva la historia han sido comenzados por minorías;
generando poco a poco sinergia. Ellos alzaron la voz que no se atrevían los
demás a alzar y así lograron los cambios deseados.
Se ve decepción en las miradas, en las mentes cerradas,
en los conformistas. Hay que demostrar que no somos parte de ellos. Tenemos
armas y no son de fuego, son mucho mejores. Estamos armados de pensamiento,
razonamiento y fuerza, empecemos con nosotros mismos; pongamos ejemplo. El
Estado ya no debe pensarse como estático.
COMENTARIO: Sin duda alguna, se viven tiempos de cambio
nada queda en el estatismo mediático de las fuerzas conservadoras, ya nada está
en su lugar, la permanente transformación de las sociedades marcan un verdadero
derrotero histórico. Es encomiable destacar la brillante exposición de la Dra.
María del Pilar Badillo, acerca de un Estado real y no benefactor, capaz de ser
transformado por un orden social integral en vez de ser un ente estático. Y,
como corolario podría atreverme a decir, que si no se sabe la historia de
cuales fueron nuestros antepasados será difícil que podemos emprender nuevos
desafíos con identidad propia libre de prejuicios. Gracias al Dr. Octavio Ruíz
Martínez Director de la Revista JURISTA por permitirnos publicar el artículo
para la comunidad forense.
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