miércoles, 29 de abril de 2020

LIBRE COMERCIO vs PROTECCIONISMO EN EL SIGLO XXI



La economía global avanza a pasos gigantes el desafío es casi inevitable el comercio se consolida cada vez más en el planeta, sin embargo, simultáneamente habrá que observar otros factores socioeconómicos vinculantes, el comercio trae consigo fenómenos degradantes que pueden poner en peligro la sociedad civil si no se adoptan políticas de prevención adecuadas. Hoy en día la pobreza, la miseria no son los únicos fenómenos al que enfrenta la comunidad internacional fundamentalmente los países Latinoamericanos, sino contra el libre comercio de bienes o mercancías que bajo pretexto de la crisis financiera del sistema capitalista, por la seguridad interna y contra el terrorismo internacional razón por el cual algunos gobiernos adoptan políticas económicas de corte proteccionista. El libre comercio y el proteccionismo son dos fuerzas antagónicas sin precedentes conviven en el sistema de la economía globalizada.

LIBRE COMERCIO 
El comercio internacional es como las olas del mar suben y bajan así son las políticas restrictivas del proteccionismo que frenan el comercio libre entre los países del mundo. La humanidad entera debe saber jamás se tuvo un comercio del todo libre o la libertad de comercio y el proteccionismo absoluto. El comercio fue la actividad económica que lideró las economías nacionales del viejo mundo en distintas épocas de la historia, tales como el Mercantilismo, la Fisiocracia y el Liberalismo Económico de Adam Smith y sus discípulos. La Organización Mundial de Comercio OMC, organización internacional de Derecho Público cuyo principio es promover y apoyar a que las corrientes comerciales circulen con la máxima libertad posible, siempre que no se produzcan efectos secundarios desfavorables. En otras palabras el libre comercio es la eliminación de obstáculos y barreras técnicas al comercio, por otra parte significa asegurar que los particulares, las empresas y los gobiernos conozcan cuáles son las normas que rigen el comercio en todo el mundo, dándoles la seguridad jurídica de que las políticas económicas no sufrirán cambios abruptos, es decir que las normas jurídicas deberán ser transparentes y previsibles lo que hoy sucede a la inversa.  
El comercio exterior requiere políticas económicas de Estado concretas libre de improvisaciones, los negocios internacionales no se improvisan nacen a la vida del derecho privado y público desde el primer momento en que el contrato de compraventa se cierra o se valida entre las partes y surte efectos jurídicos, no hay marcha atrás en los negocios comerciales cumples o pierdes la credibilidad y la confianza, se vulnera el “principio de la buena fe” elemento sustancial del contrato de compraventa internacional. La incertidumbre comercial genera la inseguridad jurídica por supuesto el impacto es contundente en los países que comercializan bienes y servicios.
Sin embargo, es preciso destacar que el libre comercio es el acceso sin restricciones a los mercados internacionales y que los países del mundo deben garantizar este principio fundamental, significa que el comercio sea equilibrado posible, libre y sin discriminación. La OMC ha establecido normas generales y de carácter universal de cumplimiento obligatorio ente los países miembros. En el plano del Derecho Internacional los Estados gozan de derechos en igualdad de condiciones, pues en el contexto comercial sucede lo mismo para los particulares regido por el Derecho Mercantil Internacional.

PROTECIONISMO
La corriente económica adversa a la del liberalismo económico podríamos definirla sin mayor complicación, se dice que es una práctica comercial destinada a restringir o al menos desalentar las importaciones a través de aranceles y otros obstáculos técnicos al comercio, su objetivo principal es ayudar artificialmente a los productores nacionales a no competir con mercados externos; el proteccionismo crea mercados cerrados y niega que el consumidor tenga la opción de elegir lo que él desea y al precio que él desee. Como toda corriente económica tiene sus defensores y detractores, ideólogos, pensadores; no menos cierto es que la globalización económica impera hoy en día sin precedentes.
El proteccionismo es la otra cara de la moneda imposible de excluirla, siendo que en pleno Siglo XXI los países procuran integrar sus economías formando esquemas de integración económica desde Zonas de Libre Comercio, Uniones Aduaneras y Mercados Comunes, como el reciente Acuerdo de TLC firmado entre Colombia y Panamá (septiembre, 2013), lo cual no significa un Acuerdo de por vida serán las circunstancias del momento que determinen el sistema económico. Ahí se tiene un claro ejemplo del proteccionismo la Resolución de la AFIP 3252/2012 (Declaración Jurada Anticipada de Importación) sobre el control del comercio exterior. Coincido con Nestor O. Scibona en su comentario del jueves 12 de enero 2012 publicado en edición impresa del periódico La Nación de Buenos Aires, cuando afirma que el Gobierno se arroga el derecho de decir por los gerentes de compra qué, cuándo, y cómo importar. Cuánta razón tiene que las cadenas de logística y la Distribución Física Internacional de mercancías, de transporte, Banca, Seguros, etc., entrarán en una etapa crítica, puesto que son las empresas de logística las que abastecen a los centros de consumo en el momento preciso y en condiciones óptimas que el mercado requiere. Lo cierto es que la dinámica de la economía mundial no la para nadie, al igual que la sociedad de consumo y la creciente globalización de la ciencia y la tecnología hacen en estos tiempos difícil ignorar su avance y desarrollo.
En el ámbito del derecho se dice que la Constitución y la Leyes deben integrarse internamente con el objetivo de brindar seguridad jurídica a la población, sucede de manera similar con el derecho internacional, en sus distintas ramas como el Derecho Internacional Público, Derecho Mercantil internacional, Derecho internacional Privado, Derecho Penal Internacional respectivamente toda vez que el comercio internacional supone la interacción de sujetos que generan hechos y actos jurídicos.

EPÍLOGO   
Apoyamos a un comercio libre sin restricciones por el respeto a los principios generales del derecho de comerciar entendida como actividad lícita, el respeto por los Tratados internacionales suscrito por los Estados, los derechos humanos, los derechos del consumidor y sobre todo velar por el medio ambiente en todas las latitudes del planeta. La comunidad internacional, particularmente Latino América debemos optar por promover e incentivar la cultura, el hábito por la lectura, por los valores sociales y morales principios que rigen a partir del orden social constituido propio de los sistemas jurídicos. El comercio debe servir al hombre no a la inversa, si bien el comercio mueve el mundo el hombre es quien decide al final si consume o no. Las políticas de Estado deben precautelar por la salud y la vida de sus habitantes ante cualquiera eventualidad y de amenazas internos y externos que ponga en peligro la seguridad del Estado y la de sus habitantes.    
“Los usos son formas de comportamiento humano que el individuo adopta y cumple porque de una manera u otra, en una u otra medida, no tiene remedio. Le son impuestos por su contorno de convivencia: por los demás, por la gente, por la sociedad…”
Publicación: “El Hombre y la Gente”. Ortega y Gasset.

Nota: Agradezco al Sr. Rodolfo Beckford Gerente General de Mercadeo Expres, para la Revista Guía Legal Panamá, de haberme invitado comentar sobre la problemática comercial imperante y sus efectos reales en que vive hoy la comunidad internacional.

domingo, 19 de abril de 2020

DECADENCIA DEL SISTEMA CAPITALISTA DEL SIGLO XXI (Segunda Parte)


CAMBIOS ESTRUCTURALES DEL NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL
Las transformaciones naturales o provocadas por el hombre mismo han merecido un cambio significativo a lo largo de la historia universal, en la forma de vida, desde que amanece un nuevo día hasta el ocaso. No dejo de pensar, que estas transformaciones a raíz de la pandemia del COVID-19 arrojarán resultados nefastos sin precedentes, más allá de quien o quienes hayan sido los autores intelectuales y materiales del desastre, sin embargo, me atrevo de afirmar que tiene su origen, es decir proviene de programas o más bien de políticas de índole social, económica del capitalismo y sus aliados que no será por mucho tiempo la vigencia ante el quiebre inminente del sistema.
En estos días de aislamiento social que vive la población mundial se observa una infinidad de casos algunos más que otros de pánico. desazón e incertidumbre, pero al fin son realidades que no se pueden ignorar; no es para menos los diversos medios de información masivo y a través de las redes sociales lo que siempre hacen es acelerar de manera sistemática el pánico generalizado. La situación crítica de la salud mundial puso de rodillas por una parte a las pésimas gestiones de políticas de salud pública de los Estados de sus programas de gobierno frente a situaciones como esta, que no es posible ni siquiera justificar mediante discursos demagógicos que la sociedad civil la conoce de memoria. Se habla que después de la pandemia del coronavirus se viene la recesión económica, expresan los entendidos en las distintas disciplinas del saber humano; por cierto, como sucede siempre que después de toda guerra la postguerra es aún más nefasta con una sociedad diezmada en todo sentido de la palabra. A la caída estrepitosa del sistema capitalista junto a ella se viene una turbulencia nada alentadora en la cuestión económica, social, político, incluso religioso. Este último, mucho tiene que ver con las nuevas formas de sometimiento del imperio del Norte, para derrocar gobiernos legítimos y elegidos por el pueblo soberano en América Latina, utilizan la biblia en reemplazo a la cultura ancestral y milenaria, sostuvo Enrique Daniel Dussel. Por otra, la caída de los productos commodities provoca en su generalidad la recesión económica, las economías nacionales se ven obligados de realizar ajustes en el aparato productivo, así como en los modos de producción con afectación directa en el mercado laboral y su incidencia en los demás conceptos.
En el plano social, la recesión económica suele golpear con enorme fuerza que por lo general termina en la disolución del núcleo familiar, por ende, repercute en la educación y alimentación de los hijos y, se vienen una seguidilla de problemas que lamentablemente origina la pérdida del empleo, la excesiva oferta de la fuerza laboral desemboca en una crisis social con el peligro de que la necesidad les convierta a los desplazados en un potencial elemento altamente peligroso que podría desbordarse hacia conductas ilícitas dando lugar al  incremento de altas tasas de criminalidad. La brecha entre ricos y pobres es abismal no se puede comparar en términos absolutos, el nuevo orden económico será asimétrico, pues acá con mayor justificación se dirá “todos tenemos derechos, pero no somos todos iguales”, si las leyes del mercado o las normas sociales serán las que primarán en el futuro inmediato, eso es algo incierto, difícil de apreciar si todavía se está viendo la punta del ovillo de lo que será la postpandemia del COVID-19.
En lo político, ninguna recesión económica ha sido independiente de las causas que fueron generados en la economía mundial, durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial sus efectos fueron contundentes en la cuestión política de los países, y según la línea ideológica que comulgan, unos con el sistema liberal y otros con el proteccionismo en todas sus formas. En pleno siglo XXI aún campean fuerzas extrañas de ciertos partidos políticos que aferrados al capitalismo someten a pueblos íntegros conjuntamente con las clases de la burguesía local y extranjera. Son claro ejemplo, lo de Venezuela amenazado constantemente por el imperio del Norte so pretexto que el gobierno de Maduro se halla comprometido con el narcotráfico para justificar la posible invasión; en el 2019 Ecuador vivió una crisis política cuestionada cuyo gobierno comparte una férrea alineación con el sistema neoliberal; la de Chile que hasta la fecha no registra el número exacto de muertos por las protestas sociales acaecidos; finalmente la de Bolivia Estado Plurinacional se produjo recientemente la ruptura del orden constitucional que acabó con el derrocamiento del gobierno democrático elegido por el pueblo soberano, una vergüenza histórica avalada por la OEA que causó la indignación de la comunidad internacional; pero al fin, el daño esta consumado y, a esto añadirle la pandemia del COVID-19 el futuro de Bolivia es aún más incierto, al menos por ahora es prematuro predecir lo que vendrá. 
Nada más cierto, es que la turbulencia acentúa su impacto en el escenario mismo del capitalismo, y por supuesto agudiza las desigualdades económicas y sociales dejando a su paso una brecha por demás inhumano; estimo que vale la pena mencionar lo expresado por el investigador Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía, al referirse a la cuestión política: ¿Cómo ha contribuido la política a la gran brecha económica? más que una interrogante ofrece una perspectiva general sobre la forma en que las políticas sobre todo las políticas macroeconómicas de una nación determinan la producción y el empleo, que lamentablemente ahonda aún más la gran brecha.     
   
CRISIS DE LA POLÍTICA NEOLIBERAL EN AMÉRICA LATINA
Establecer con precisión de que si hubo una realidad escondida o disfrazada en la cual las sociedades de nuestra América Latina, que no haya reflejado su vivencia durante algo más de medio siglo; sería más que una catastrófica aseveración, pues negarla o ignorarla significaría una estúpida conclusión. Como toda doctrina sustenta su grado de influencia en las condiciones económicas y sociales, pues el capitalismo tiene sus defensores y detractores.
Los defensores del neoliberalismo afirman que podrían ser dos las características de la estrategia del desarrollo neoliberal: 1) obtener la precondición necesaria la estabilización macroeconómica (el control inflacionario y de las cuentas públicas); 2) obtenida la precondición necesaria, aplicar reformas estructurales (liberalización, desregulación y apertura de mercados), junto a ello los procesos de privatización o denominada también capitalización. La precondición a la que hacemos referencia pues tiene el objetivo de mantener estables los precios de la economía para que, según ellos, los cálculos de los capitalistas tomen decisiones de inversión de más largo plazo, con menores riesgos posibles. Según los neoliberales, aplicada las correctas medidas proporcionadas por el mercado (por intermedio del mecanismo de los precios) y el crecimiento del ambiente competitivo, la promesa siempre es que aumentará la productividad de los factores de producción y, de esa forma, el crecimiento económico, así como ocurrirá una redistribución del ingreso producido a favor del factor de producción más abundante, en nuestro caso, el trabajo. Pues claro, hay que tener en cuenta que el neoliberalismo es la fase avanzada del capitalismo clásico que nace con la revolución industrial.
En cuanto a los detractores del neoliberalismo, el capitalismo clásico es ortodoxo, sino que a través del neoliberalismo las condiciones económicas y sociales son entregadas a los propietarios de los medios de producción, quienes en una fase histórica terminan entregando al mercado las condiciones sociales incluyendo la fuerza laboral. Se tiene la referencia de la CEPAL llamó a los años 80 ‘la década perdida’. Si eso tiene alguna validez, entonces se puede llamar a los años 90 como “la década más que perdida”. ¿Por qué no creció la región? Si se dio la súper-explotación del trabajo y existía la posibilidad, ¿por qué los capitalismos dependientes no crecieron en los 90? El gran problema de la década perdida es que, por razones incluso de la propia lógica neoliberal, en nuestras economías, nuestras sociedades, que ya tenían un carácter –y aún tienen– profundamente financiarizado, esa parte del valor producido era apropiado principalmente de una manera meramente financiera, y no de reproducción y de inversión productiva. Dicho en palabras, es que el neoliberalismo es netamente financiero sin la cual el capitalismo sería estático. Es suficiente ver la realidad de los verdaderos dueños del sistema financiero del mundo, el capitalismo norteamericano y sus aliados, a quienes se les conoce como los dueños del mundo, ellos diseñan la economía mundial, planifican el nuevo orden económico internacional.
Como dijo Frei Betto, escritor brasileño: “El capitalismo es una religión laica fundada en dogmas que, históricamente, merecen poca credibilidad. Uno de ellos dice que la economía es regida por la (mano invisible) del mercado. Sin embargo, en muchos periodos el sistema entró en colapso, obligando al gobierno a intervenir en la economía para regular el mercado”.
El capitalismo transforma todo en mercancía, bienes y servicios, incluyendo la fuerza de trabajo. El neoliberalismo lo refuerza de forma sofisticada, mercantilizando los servicios esenciales, como los sistemas de salud y educación, el abastecimiento de agua y energía, sin dejar de lado los bienes simbólicos: la cultura es reducida a mero entretenimiento; el arte pasa a valer, no por el valor estético de la obra, sino por la fama del artista; la religión pulverizada en modismos; las singularidades étnicas encaradas como folclore; el control de la dieta alimentaria; la manipulación de deseos inconfesables; las relaciones afectivas condicionadas por la globalización de las formas; la búsqueda del elixir de la eterna juventud y de la inmortalidad a través de sofisticados recursos técnico-científicos que prometen salud perenne y belleza exuberante. Como dice Arce Catacora en su libro: EL MODELO ECONÓMICO SOCIAL COMUNITARIO PRODUCTIVO BOLIVIANO, 2da, Ed. “A nivel mundial, el neoliberalismo nace después de la Segunda Mundial, con un discurso de defensa vehemente de la libertad individual y de la propiedad privada contra cualquier forma de intervención, colectiva estatal.”
En definitiva, el neoliberalismo fundado principalmente en abierta crítica la intervención del Estado y de la defensa de la propiedad privada y el libre mercado, sin duda busca elevar la tasa de ganancia del capital y, en los países en vías de desarrollo el cambio en el patrón de la acumulación de capital y la transferencia de excedentes al exterior. En otras palabras, es una propuesta la solución de la crisis de ganancias del sistema capitalista, globalizado la economía con el plan de eliminar la pobreza; esto agudizó mucho más la profunda crisis del capitalismo globalizado. Por cierto, el saqueo de los recursos naturales por las empresas transnacionales en diversos países de América Latina fue considerable, con las recetas del FMI, bajo los gobiernos alineados con la ideología del neoliberalismo y las oligarquías nacionales en el poder político. Por cierto, el neoliberalismo es también fundamentalmente, un programa político fuertemente ideologizado su consecuencia no cabe la menor duda, merecerá más que un mero análisis una profunda reflexión de las sociedades emergentes.           
Debo mi respeto profundo a los entendidos y estudiosos de la ciencia económica y social, que no fue nada fácil inmiscuirme en su ámbito, sin embargo, la razón que me llevó a escribir estas líneas y estimo sean entendidas como un punto de vista y de opinión que métológica. Es imposible ignorar la historia de nuestra América de lo contrario sería como aquel que ve lo que sucede y no quiera admitirlo; durante décadas el neoliberalismo ha diezmado las economías de los pueblos de América Latina, mediante la enajenación de sus recursos naturales conjuntamente con las transnacionales y la clase política conservadora nacionales serviles a los intereses capitalismo imperial, han profundizado aún más la brecha entre ricos y pobres, la sumisión de los trabajadores a condiciones de extrema pobreza. De eso estoy seguro.          

ROL DE LA IGLESIA CATÓLICA EN LA POLÍTICA
Como toda acción en la historia universal la iglesia católica no es ajena a los acontecimientos acaecidos muchas veces con mayor intensidad que en otras. Históricamente, nos lo demuestra que la actitud totalizante de la Iglesia católica ha conducido a entablar un diálogo privilegiado con el Estado, llegó a ocupar parte de sus estructuras para desde allí, extender los principios de su doctrina al conjunto de la sociedad, sin ir demasiado lejos, remontémonos a la época de la conquista española en América; la cruz y la bandera siempre estuvieron presentes en dichas conquistas, la iglesia y la monarquía absolutista comulgan una misma ideología, es decir la del sometimiento. La ofensiva de ‘catolización’ sobre el Estado y la sociedad civil procuraron impregnar con valores religiosos todos los ámbitos de la vida social y convertirlos en sus fieles feligreses.
La férrea pugna por una educación religiosa en las escuelas públicas, así como en las universidades es evidente la oposición casi intransigente contra las leyes de divorcio, la legalización del aborto y la unión de parejas del mismo sexo, el acérrimo control sobre otros grupos religiosos, caracterizaron el accionar de la institución católica en su relación con el Estado y con la sociedad. Su carácter de religión predominante y su marcada presencia social fueron el fruto de ese tipo de comportamiento. Con independencia de las relaciones de fuerza existentes en cada momento histórico, lo cierto es que, en el transcurso del siglo XX, el poder eclesiástico se fue constituyendo como un actor principal e influyente a tener en cuenta, tanto en el marco de regímenes democráticos como en aquellos designados por la ilegalidad llamados gobiernos dictatoriales o grupos fascistas.
Ahora bien, el significativo lugar que ocupó la Iglesia a lo largo de la historia tuvo no únicamente un precio sino la participación decisiva en la vida política de los países del mundo entero, es decir en el viejo mundo originalmente en América posteriormente: la pérdida de autonomía como institución religiosa se fue erosionado progresivamente; en otras palabras, el alineamiento y la subordinación relativa a los proyectos del gobierno de turno es innegable principalmente con el neoliberalismo. De esa forma, el crédito social de la Iglesia quedó supeditado a los vaivenes de coyuntura política.
Es indispensable dejar en claro, que, al aludir al comportamiento de la Iglesia católica, nos referimos estrictamente al accionar de su jerarquía eclesiástica, dejando a un lado las concepciones y prácticas de otros actores dentro del catolicismo. Por cierto, si analizamos las disputas por la hegemonía en el seno de la institución eclesial, encontraremos a jesuitas, maronitas y franciscanos en un comienzo; a católicos sociales, integrales, conciliadores o intransigentes más adelante; conservadores o pos-conciliares, partidarios de la Teología de la Liberación en los últimos tiempos; adeptos a la Renovación Carismática o renovadores en la Opción por los Pobres en la actualidad, que en conjunto, conforman el amplio mapa de la diversidad católica. Como institución compleja, la Iglesia es un espacio social en el que no cesan de confrontarse discursos desiguales que compiten entre sí. Bueno lo dejamos ahí.
En consecuencia, la pérdida de credibilidad y el retroceso de la institución católica tanto en la escena política como en su efectividad para establecer normas y conductas orientadoras de los comportamientos sociales, incidieron en la gestación de un nuevo orden o llámese “clima interno” que dio margen para replanteos y redefiniciones en su accionar. La autonomía y la independencia frente al poder político, reivindicadas por la actual conducción episcopal, se erigen como estandartes que paulatinamente son levantados por cada vez más obispos en el intento por recuperar el terreno perdido que la real orientación del individuo a la fe cristina. Precisamente, ese cambio de concepción y las implicancias que trae aparejado sobre el modo de relacionarse con el Estado también de algún modo tendrá que sufrir las consecuencias ante la caída inminente del capitalismo.
Vale la pena reproducir el fragmento pronunciado de la Ponencia del Taller organizado por el CELAM. Tema: “La Relación entre Ética y Moral”. Universidad Pontificia de Salamanca Campus de Madrid. A la iglesia católica se puso en serio cuestionamiento acerca del desarrollo meramente económico sea la salida casi única para la situación que padecen los países en vías de desarrollo, como bien nos plantea la encíclica Sollicitudo rei socialis con cierto sentimiento que no sé si es de culpa, pero casi frustrante.
“Ha entrado en crisis la misma concepción «económica» o «economicista» vinculada a la palabra desarrollo. En efecto, hoy se comprende mejor que la mera acumulación de bienes y servicios, incluso en favor de una mayoría, no basta para proporcionar la felicidad humana. Ni, por consiguiente, la disponibilidad de múltiples beneficios reales, aportados en los tiempos recientes por la ciencia y la técnica, incluida la informática, traen consigo la liberación de cualquier forma de esclavitud. Al contrario, la experiencia de los últimos años demuestra que si toda esta considerable masa de recursos y potencialidades, puestas a disposición del hombre, no es regida por un objetivo moral y por una orientación que vaya dirigida al verdadero bien del género humano, se vuelve fácilmente contra él para oprimirlo” (SRS,28). Pues bien, si se quiere ir más allá, habría que preguntarle al entonces Papa Venedicto XVI, del porqué se dio con un mensaje bien preocupado por la dignidad del ser humano en un mundo globalizado.    

EL SISTEMA JURÍDICO Y LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS
Inevitablemente la realidad histórica del sistema capitalista mundial puso de relieve la coherencia o diría más bien su compatibilidad embrionaria con el modelo económico social neoliberal, en otras palabras, se puede afirmar que cuando se tiene el poder público también se posee la capacidad del sistema jurídico para inclinar la fuerza coercitiva a favor de la clase dominante o los dueños de los medios de producción. Sin embargo, aunque parezca trivial esa relación de las fuerzas de poder dominante y a efecto de garantizar su accionar hará del sistema jurídico como una fuente de seguridad a través del órgano judicial someter a los insurgentes bajo cualquier pretexto tenerlos siempre sometidos.
El neoliberalismo se caracteriza por repartir de manera desigual el poder económico de las personas, lo que entraña consecuencias políticas y jurídicas. La principal es que los que tienen el gran poder económico utilizarán su poder político-influyendo desde los distintos órganos del poder estatal-para garantizar el mantenimiento de las desigualdades, en lugar de para lograr una economía y una sociedad más igualitaria y justa. Los intereses económicos de poder participan a través de cabildeo y financiamiento de las campañas políticas en el diseño de leyes que los beneficien, vale decir el sistema jurídico tienen a su alcance con fines y propósitos del gobierno neoliberal. En palabras propias de Joseph Stiglitz sostiene: “…que las grandes empresas también influyen indirectamente, a través de los costos de acceso al sistema judicial, para no estimular que los débiles accedan en igualdad de condiciones entre ricos y pobres al mismo tiempo.”      
La desigualdad no emerge de las fuerzas abstractas del mercado, nace de la forma en que se distribuye el poder político en una sociedad. El que tiene poder político confecciona el orden jurídico en su beneficio para perpetuarse en el poder y mantener el “statu quo” de privilegios y privilegiados. La política neoliberal configura los mercados y determina las reglas del juego de todos los subsistemas sociales y económicos. Pues claro, el neoliberalismo teniendo a su favor la balanza inclinada es obvio como quien dice “tiene la batuta para dirigir la orquesta”. En un mundo de desigualdad por la condición misma de su existencia en algún momento histórico sufrirá la ruptura de ese poder dominante. No hay que olvidar, los marcos jurídicos de los Estados se construyen para favorecer a los grandes intereses económicos nacionales y transnacionales por encima de los intereses y derechos humanos de población. Los gobiernos de los Estados en el modelo neoliberal de la globalización, busca seguir la pauta que señalan las grandes potencias y sus corporaciones, señaladamente de los Estados Unidos de Norte América. 
La democracia es incompatible con la concentración extrema de ingresos y el modelo neoliberal promueve esa concentración de la riqueza en pocas manos, es decir de los privilegiados. En este sentido el modelo neoliberal es antiético con la democracia y con Estado de Derecho, tal como lo ha advertido Paul Krugman. Por cierto, el modelo neoliberal no puede existir un marco que favorezca la garantía de los derechos económicos, civiles, sociales y culturales porque ello iría en contra de las posibilidades de concentración de la riqueza en pocas manos. Tampoco en el modelo neoliberal se pueden establecer en el ordenamiento jurídico herramientas de democracia participativa y deliberativa puesto que ellas tienden a igualar las relaciones sociales y de incrementar los mecanismos sociales de control y fiscalización al poder.
La globalización en el mundo jurídico. Hay una infinidad de escritos sobre la globalización, considero como un fenómeno mundial innegable y multifacético, que sin duda se ha consolidado principalmente a partir de la década de los años 80. Este proceso globalizador impacta todos los aspectos de la vida del ser humano, tanto en lo colectivo como en lo individual. Se refleja en todos los ámbitos de la vida social, política y económica, logra ciertos cambios unas veces más aparentes que otras. Los efectos de la globalización también recaen en el mundo del derecho que se convierte en el medio idóneo para su implementación y afianzamiento, y para ello se modifican los paradigmas y sistemas. Para que el proceso cumpla su ciclo, también se deben modificar los campos de formación de los juristas con el fin de que puedan dar respuesta a los nuevos problemas. Como en todo proceso, la globalización se afianza en la propuesta de sus mentores compuesto por intelectuales e ideólogos de diverso contexto, como filósofos, economistas, juristas, políticos, periodistas o comunicadores sociales, etc.
El Estado de Derecho y el Sistema Judicial. Este es uno de los elementos esenciales de la nueva forma política del Estado entorno a la globalización económica constituyéndose como un eje articulador del sistema capitalista mundial. El modelo de desarrollo definido por el consenso de Washington requiere de un nuevo marco legal que sea compatible a la liberalización de los mercados, a los intereses de las inversiones nacionales y extranjeras del sistema financiero fundamentalmente; basado en un modelo de privatización o llámese capitalización, la fortaleza de la iniciativa privada y la primacía de los mercados, el principio del orden, de la previsibilidad y de la confianza no pueden provenir del poder del Estado que no esté acorde a sus intereses; para garantizar estas condiciones solo pueden provenir del derecho, de un marco normativo y de un sistema judicial que las faciliten los medios por los cuales el neoliberalismo encuentre su perfecto propósito. Los objetivos trazados por el Consenso de Washington hacia la consolidación del sistema de economía neoliberal, según ellos, es el motor de desarrollo, por tanto, deben trazarse políticas dirigidas a la reforma de los sistemas judiciales de América Latina y, claro vivir bajo las recetas influyentes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, miembros esenciales del denominado Consenso de Washington.
Los Derechos Humanos y la pandemia del COVID-19. Aprovecho la oportunidad de hacer referencia ante la inusitada emergencia de la pandemia que azota lamentablemente a la población mundial no da tregua, ni hace distinciones, sin embargo, los Estados ante esta situación recurren a la aplicación de viejas prácticas o mecanismos no convencionales a fin de someter a la población bajo presión del poder punitivo del Estado, estableciendo penas privativas de libertad a quienes supuestamente infringen el aislamiento social o la llamada cuarentena. Los derechos humanos son la base principal de la democracia en la cual el Estado de Derecho debe primar; la vida y la libertad son valores inviolables previstas en todas las constituciones del mundo, otra cosa es cuando los gobiernos de turno no hayan previsto a tiempo crear políticas de salud pública frente a los desastres naturales y de conflictos de diversa índole.
En tiempos de pánico y de incertidumbre que vive el planeta, no es la forma idónea de enfrentar al coronavirus con militares armados hasta los dientes y el uso de la violencia, y otra la de hacer más traumática la situación a través de los medios de comunicación criminalizando a las personas que pueden haber supuestamente violado las restricciones impuestas por el poder público. En este plano, los derechos humanos ante cualquier eventualidad interna o externa deben ser precautelados por el órgano jurisdiccional y constitucional competente.            

EPÍLOGO
A manera de concluir la temática referente a la decadencia del capitalismo y de sus aliados en pleno siglo XXI, ha llegado a su fin al menos según las características y tendencias que enarbolan la crisis actual son más que evidentes e imposible de esconder bajo el abanico de la globalización económica. Si bien, se hubiera orientado las decisiones de políticas económicas multilaterales en procura no únicamente en la acumulación de riquezas, y dejar que el mercado genere por si solo el crecimiento y desarrollo también se les fue de las manos a los amos del mundo. Al contrario, las medidas estratégicas económicas tomadas formaban parte de su proyecto la de favorecer a los capitalistas multinacionales a través de la explotación irracional de los recursos naturales en América Latina.
El neoliberalismo siendo éste el capitalismo sofisticado que nació a fines de la Segunda Guerra Mundial se estableció como un modelo económico y social que paulatinamente se incorporó en los programas de los gobiernos afines al neoliberalismo. Claro está, en las décadas de los años 80, 90 y 2000 en América Latina representó un impacto por demás acentuado. Mientras esto acontecía la teoría dogmática de la globalización occidental se iba volatilizando durante todo el tiempo en que China fortaleció su economía a pasos gigantescos, hoy es una potencia no solamente hegemónica en el comercio internacional sino también en las inversiones públicas de capitales en el extranjero. No es para menos, China hoy llega a conformar parte de la Organización Mundial de Comercio y del Fondo Monetario Internacional, entonces surgen una serie de interrogaciones ¿cuál es la intención del gigante asiático? ¿qué se viene después del derrumbe del capitalismo occidental?    
Sin lugar a dudas, la comunidad internacional lo sabe que la pandemia del COVID-19 no es algo natural incluso tiene su registro de propiedad intelectual e industrial, sin embargo, la guerra comercial entre EEUU. y China no cesa y durante estos últimos años no ha sido de lo más satisfactorio a sus intereses. Ante la crecida del coloso asiático no en vano fueron las declaraciones oficiales de sus ideólogos, al expresar que pronto se vendría una pandemia, el informe del Fondo Monetario Internacional al decir que la economía global no está en condiciones de soportar mayores gastos para los ancianos en el mundo. La pregunta sea posiblemente la del millón ¿no es acaso que la pandemia se llevó a las personas de la tercera y cuarta edad?, ahí está la respuesta. Lo demás, se debe a manipulaciones para generar un caos universal con el fin de obtener ventajas millonarias de las grandes empresas transnacionales de medicamentos e insumos de farmacia; lo que antes era una bonanza para los fabricantes de armas.
Por último, no se trata de entrar en el terreno del conflicto creo ya poco importa el daño está hecho, la pandemia del COVID-19 sin duda alguna dejará amargas experiencias en el orden social, económico, político, psicológico; y así, una cadena de problemas que la sociedad mundial de aquí en adelante tendrá que lidiar. La recesión económica que se avecina ojalá fuera menos dura porque es éste el fenómeno más destructor que el mismo virus.
El autor del presente artículo ha meditado profundamente sin prejuicios para realizar el presente trabajo, desde su país natal Bolivia, y con el deseo firme de ponerse a la par con sus semejantes expresa su más sincera solidaridad con las familias que han perdido a sus seres queridos. LUCHEMOS SIN TREGUA POR UN MUNDO MEJOR PARA LAS FUTURAS GENERACIONES

domingo, 12 de abril de 2020

EL PROCESAMIENTO DEL ESTADO CHINO Y SUS CÓMPLICES: UN DESAFÍO PARA LA JUSTICIA INTERNACIONAL


Agradecimiento al Dr. Martín Eduardo Botero eximio maestro de Derecho Penal de Milán Italia, por permitirnos publicar su comentario en el PORTAL JURÍDICO ADUANERO, por el cual nos sentimos honrados por su valioso aporte jurídico cultural en materia penal.
La humanidad entera ha sido víctima de un acto de agresión sin ningún tipo de escrúpulo ni respeto por sus derechos humanos. La diseminación en el planeta del virus mortal del COVID-19, constituye un internacional ilícito de carácter continúo, según el derecho internacional y las disposiciones de la justicia internacional en materia de crímenes contra la humanidad (jurisdicción universal). Representa además un abuso y una negación de los principios y valores de la Carta de las Naciones Unidas y supone un flagrante ataque contra los intereses y el desarrollo de la humanidad en su conjunto, y el concepto global de seguridad colectiva de todos los pueblos que reconoce que también en el ámbito jurídico de los derechos humanos las epidemias mortales de infección grave es una de las peores amenazas para la paz y la seguridad internacionales.
Todos los Estados han sido víctimas de un crimen contra la civilización y la seguridad de su población. Se trata de una amenaza universal a la humanidad y exige una respuesta universal y urgente. Es indudable que uno de los medios para lograr la adopción de una actitud más precavida que permita evitar los daños a la salud pública es declarar legalmente responsables por los posibles daños directos o indirectos que se produzcan o estén relacionados con el COVID-19 merecen justicia y la justicia debe prevalecer. Hay denunciar a los verdaderos responsables de la crisis y procesarlos-si es necesario penalmente, si tuvieron conocimiento del peligro que provocaban, y a reparar íntegramente el perjuicio causado por el hecho internacionalmente ilícito, y que compense a las víctimas por los perjuicios sufridos. Es imprescindible que podamos exigir cuentas a los autores y se los lleve ante la justicia, ya que sin estas medidas la cultura de la impunidad de la que estamos siendo testigos continuará, con consecuencias más desastrosas.
El Estado infractor y sus cómplices están obligados a hacer que cese ese comportamiento y que adopte las medidas necesarias para corregir la infracción, sin perjuicio de la responsabilidad en que ya hayan incurrido. Necesitados determinar adeudos y qué relación existe con la obligación del Estado de garantizar que estos derechos no sufran menoscabo, es decir, quién ha hecho qué, quién tiene qué responsabilidades- la República Popular de China, la Organización Mundial de Salud y los varios gobiernos-quién responderá. Se plantea el interrogante de cómo medir su grado de responsabilidad, ¿a quién hay culpar? ¿Quién va a exigir responsabilidades a quién en el futuro cuando se produzcan las próximas pandemias?
Tal procesamiento brinda una importante oportunidad para la justicia penal internacional que, por una parte, demuestra que los crímenes contra la humanidad no quedarán impunes y, por la otra, para comprender la verdad de lo sucedido.  En ese sentido, hay que determinar toda la gama de responsabilidades que incumben tanto a los Estados de la comunidad internacional como al Estado chino bajo el derecho internacional y las normas internacionales y sobre la legislación interna que establece la jurisdicción universal, para que los afectados y sus familiares puedan presentar quejas y se investigue y procese a todos los responsables, incluidas las organizaciones internacionales competentes en materia de salud pública y, en particular, la Organización Mundial de la Salud (OMS) que no ha estado a la altura de las circunstancias en el enfrentamiento de la crisis y la evolución de la situación sanitaria (riesgo pandémico considerable: supuesta omisión administrativa o retrasos en la actuación) al no cumplir con la obligación de informar inmediatamente de la situación a los Estados para que pudieran prepararse para frenar la posible propagación de la enfermedad (incertidumbre, información disponible contradictoria o incompleta, etc.), sino también en su tarea de identificar, evaluar y comunicar la fuente del brote y propagación a otros países y la  coordinación a través de su propio personal médico, científico y epidemiológico (periodo pandémico), en cooperación con las autoridades competentes a nivel nacional o internacional, según corresponda.
Por lo tanto, si queremos representar el papel que nos corresponde en el mundo tenemos la obligación de buscar la verdad y se lo debemos a las víctimas, así como de hacer rendir cuentas y enjuiciar a quienes hayan participado en tan atroz delito, sin perjuicio de la responsabilidad civil y penal internacional del infractor, cuando correspondiera. Ello incluye, en particular, ratificar nuestra postura firme y reconocida a favor de la necesidad de establecer justicia – reparador material e inmaterial – y oponerse a la impunidad y de crear las condiciones necesarias para que puedan mantenerse la justicia penal internacional, la voluntad de represión de todos los actos de agresión contra la humanidad y la supervivencia de nuestra civilización.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas define el estado de derecho como cuando “todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluso el Estado mismo, son responsables ante las leyes públicamente promulgadas, imparcialmente aplicadas e independientemente arbitradas y compatibles con las normas internacionales de derechos humanos”, las libertades fundamentales dimanantes del derecho internacional convencional y consuetudinario, los principios democráticos  y el ejercicio del gobierno.
Así, la responsabilidad de proteger sería el modo en que la comunidad internacional garantiza la seguridad de la especie humana y el potencial humano en las situaciones extremas en que el Estado, responsable primario frente a su propia población, no puede o no quiere hacerlo; esa convergencia de normas contribuirá al desarrollo progresivo del derecho internacional consuetudinario en vigor, en la medida en que protege derechos establecidos en el marco de los instrumentos de derechos humanos y de otros instrumentos y principios del derecho internacional consuetudinario. El Estado Chino y sus cómplices no pueden eludir su evidente responsabilidad de jure y de facto con respecto a una de las peores pandemias de morbilidad y mortalidad del siglo XXI, el COVID –19, no deberían interpretar de manera selectiva el derecho internacional, las garantías del Estado de derecho, las obligaciones derivadas de los tratados y otras fuentes del derecho internacional.
A la luz de lo dicho anteriormente, cabe concluir provisionalmente que debemos denunciar a la República Popular de China como autor material de violaciones graves de obligaciones emanadas de normas imperativas de derecho internacional general y de los perjuicios causados por el comportamiento contrario a las normas internacionales de carácter consuetudinario en materia de derechos humanos y por tratados celebrados por el país en cuestión (en materia de complementariedad en virtud del Estatuto de Roma), relacionadas con el crimen de agresión a la seguridad de la humanidad” o contra los intereses de la comunidad internacional en su conjunto, resultante de la liberación intencional o inadvertida de agentes infecciosos causantes de enfermedades epidémicas graves y contagiosas entre personas como el COVID – 19, capaz de propagarse rápida y fácilmente, y causar daño excesivo e inaceptable a la población civil, en especial a los adultos mayores, que ha causado miles de víctimas civiles y ha contribuido a que se produjera el caos actual, y que entraña la responsabilidad del Estado con arreglo al derecho internacional, y, por lo tanto, dar lugar a su responsabilidad, si constituye un incumplimiento de una obligación internacional del Estado. La China debería hacerse cargo de las medidas de reparación, ya sea en forma de restauración, cuando ello sea técnicamente viable, o de indemnización como medida de último recurso debido a un perjuicio directo sufrido por las víctimas de la pandemia como resultado de un hecho internacionalmente ilícito y se implementen medidas de no repetición. Pero si no se obliga a China a que rinda cuenta por sus actos, seguirá actuando con toda impunidad.  El Estado de derecho debe respetarse en todo lugar y todo el mundo debe acatarlo. No se trata de una intervención o injerencia caprichosa en los asuntos políticos nacionales de un Estado soberano. Es una mesura ponderada frente a la necesidad de hacer prevalecer la justicia, indispensable para promover la paz y la seguridad. No puede haber paz ni estabilidad sin justicia. ¿Qué dispositivo sería preciso crear para la transmisión de expedientes entre el Estado demandante y el Estado demandado? A este propósito, cabe señalar en primer lugar que la protección de los ciudadanos es la acción a que recurre un Estado que asume por derecho propio, la causa de sus nacionales “debido a un perjuicio sufrido por éstos como resultado de un hecho internacionalmente ilícito de otro Estado” según se lo entiende en el derecho internacional vigente. Estamos de acuerdo con el principio implícito de que el derecho del Estado aplicables a las reclamaciones internacionales debería ser obligatorio. El Estado demandante de las personas afectadas tiene la facultad discrecional de decidir, de acuerdo con su ordenamiento jurídico, cómo ha de ejercer o no ese derecho contra el Estado demandado, teniendo en cuenta que la carga de la prueba recaerá sobre dicho Estado, y que no se cumple con sólo acreditar su adquisición de buena fe para la indemnización de los daños causados. En general, instamos a los Estados de la comunidad internacional a que examinen más detenidamente las situaciones en que se formulan reclamaciones múltiples, incluida la necesidad de coordinarlas. Estamos de acuerdo con que se adopte el criterio de la preponderancia, pues consideramos que debe hacerse hincapié en la naturaleza del perjuicio sufrido y que el proceso de agotar los recursos internos puede equivaler a una denegación de justicia, especialmente en relación con la dilación indebida.
Asimismo, debemos denunciar ante todas las instancias posibles -e insto, por tanto, a los pueblos del mundo a que así lo hagan- la Organización Mundial de Salud (OMS) que estaba explícitamente obligada a actuar según el derecho internacional, por el silencio cómplice o encubridor de sus futuras tropelías o colaborador de algún modo en la comisión o la tentativa de comisión de un hecho internacionalmente ilícito, así como el comportamiento de un órgano o un agente “en el ejercicio de las funciones” en  su “capacidad oficial” (Director y sus agentes) o sobre una base diferente, atendiendo a criterios de hecho, además de la persona o entidad que respondió a las instrucciones, la dirección o el control” de dicha organización atribuible a la organización conforme al derecho internacional, contraviniendo con ello el Estatuto (instrumento constitutivo) y las disposiciones generales de aplicación, la guía administrativa sobre la evaluación y el control, incluso violando el principio   de prohibición de la arbitrariedad, el incumplimiento de la obligación de motivación, la defraudación de la confianza legítima, el desconocimiento de la norma «patere legem quam ipse fecisti»,así como un abuso de poder (“funcionarios y a otras personas o entidades por medio de las cuales la organización actúa”; véase Corte Internacional de Justicia en su opinión consultiva sobre la Reparación por daños sufridos al servicio de las Naciones Unidas: I.C.J. Reports, 1949, págs. 174 y  en especial pág. 177.)
Por último, presentar quejas o interponer una demanda civil, contra los diferentes gobiernos como cómplices por acción u omisión de que se trate - el gobierno es tenido por responsable, no por haber cometido realmente el hecho ilícito, sino por su contribución causal a la comisión del hecho - Como es sabido, el comportamiento de cualquier órgano del Estado se considera hecho de ese Estado, que figura en el artículo 4 de los artículos sobre la responsabilidad internacional del Estado por hechos internacionalmente ilícitos - por no cumplir   sus obligaciones jurídicas internacionales (en lo que respecta a las relaciones entre la OMS y los órganos del Estado que actúan por la organización). Es indispensable garantizar a los ciudadanos un medio sencillo y eficaz para presentar reclamaciones ante las autoridades judiciales y hacer valer sus derechos contra los Estados por actos que, entre otras cosas, violas en el derecho internacional humanitario y las normas internacionales de derechos humanos, teniendo en cuenta que la carga de la prueba recaerá sobre dicho Estado. Necesitamos una investigación para determinar hacia qué lado apuntan las pruebas. Sería necesaria una clarificación y una investigación completa de todas las acciones y omisiones al respecto de las autoridades públicas, a pesar de la existencia de informes de riesgo y de alertas, y la responsabilidad del Estado por los daños antijurídicos que le sean imputables. Hay que exigir que las cosas se hagan de otra manera en el futuro o, en caso contrario, tendremos que protegernos. En materia de salud pública que está presente en su vida cotidiana, los ciudadanos quieren también conocer mejor quién hace qué en el gobierno y en las organizaciones internacionales, dónde están las responsabilidades y a quién se puede pedir cuentas, sobre quién recaen las responsabilidades. Existe también la posibilidad de que se dé una responsabilidad originada por actos o declaraciones de sus órganos y, por el otro, la responsabilidad del Estado por hechos ilícitos internacionales cometidos por sus órganos.
El mundo no estaba preparado para esta pandemia del COVID-19, pero podría haberlo estado. Sin embargo, en última instancia y en todas las épocas, el hombre ha triunfado. A todos esos países y poblaciones tan gravemente afectados les reiteramos nuestros sentimientos de solidaridad y compasión. Al amainar la conmoción inicial, nos compete a todos nosotros garantizar una respuesta mundial a esta tragedia mundial que sea oportuna, flexible, coordinada y eficaz. Al igual que otros, seguimos exhortando a que se revele la verdad: es lo mínimo que puede hacer el Estado chino en la actualidad. El objetivo del artículo es doble: aumentar la conciencia sobre los derechos humanos universales, de conformidad con lo dispuesto en la Constitución y lograr una rendición de cuentas más rigurosa y una mayor transparencia sobre la responsabilidad en la protección y realización de los derechos humanos. Del caos con frecuencia nace una estrella danzarina. De esas tragedias aprendemos lecciones. Por lo tanto, hoy sólo podemos recordar a las víctimas en todo el mundo. A ellos les decimos que la verdad es el camino hacia la libertad, la justicia y la reconciliación. En ello reside la salvación del mundo. Amen
El mundo no estaba preparado para esta pandemia del COVID-19, pero podría haberlo estado. Sin embargo, en última instancia y en todas las épocas, el hombre ha triunfado.
Nota
La Asociación Mundial de Víctimas del COVID 19 (AMVC)se creó para reaccionar u oponerse, por medios pacíficos, a actividades, actos u omisiones, imputables a los Estados o a terceros y que causen violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales, y crear las condiciones necesarias para que puedan mantenerse la justicia y el respeto de las obligaciones derivadas de los tratados y otras fuentes del derecho internacional y la importancia crucial del diálogo con las organizaciones de la sociedad civil, especialmente la Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos. Respaldamos la creación de un Tribunal Especial o la creación de la Comisión Internacional Independiente de Investigación, compuesto por juristas, académicos y abogados, para investigar los hechos y violaciones de los derechos humanos ocurridos y disuadir a quienes tengan la intención de socavar nuestra libertad y nuestra soberanía.

jueves, 2 de abril de 2020

DOCTORANDOS DEBEN PROPONER SOLUCIONES CON LIDERAZGO PARA UNA VERDADERA TRANSFORMACIÓN SOCIAL


Para Octavio Ruiz Méndez, la investigación realizada durante el doctorado debe ser perfeccionada para que trascienda mediante la difusión del conocimiento y ser aplicada en el litigio, la docencia o el análisis. Es decir, debe tener utilidad en los diversos campos del saber y no fosilizarse como una teoría que sólo se quede plasmada en el papel.
¿Por qué considera que es importante el estudio que desarrolla en el doctorado en Derecho? ¿Cómo beneficia a la sociedad y al actual régimen jurídico la existencia de éste?
La formación como investigador es un proyecto que todo jurista debería emprender, precisamente porque un abogado jamás dejará de ser estudiante, pues así lo exige la justicia frente a los cambios sociales que se encuentran a la orden del día; evidentemente, este hecho se convierte en un factor fundamental, por lo que resulta oportuno adquirir destrezas necesarias para entender el conocimiento, pero también para generarlo.
La Universidad Veracruzana, a través de este posgrado de excelencia con reconocimiento Conacyt, nos da la oportunidad de aprender a utilizar las herramientas necesarias para crear, dirigir y participar en trabajos académicos que nos permiten, como futuros investigadores, desarrollar aptitudes propias de nuestro perfil y, además, poder compartir estas capacidades traducidas en proyectos útiles con el fin de contribuir al bien común.
A través de este doctorado, al igual que mis compañeros, he tenido la oportunidad de materializar lo que se construye en mi pensamiento como jurista, es por eso que se está trabajando en la creación de diversas líneas de investigación que logren abarcar los distintos campos del derecho y así contribuir al análisis y correcta aplicación del actual régimen jurídico.
¿Cuál será el reto para los egresados?
La continuidad del proyecto desarrollado para culminar este posgrado, así como la aplicación de los conocimientos adquiridos a lo largo de estos años pueden llegar a ser un reto muy grande debido a que, por ejemplo, en el caso del proyecto, éste debe ser perfeccionado para que trascienda y no se quede como teoría pura plasmada en un papel, por lo que uno de los compromisos que automáticamente se adquieren a la hora de recibir un título es el de difundir el conocimiento y la investigación aplicada, pues este es sin duda el método idóneo para aportar datos útiles a los diversos campos del saber, de la mano de la labor que desempeñemos, ya sea como litigantes, docentes, analistas, etcétera.
El investigador debe continuar el camino que apenas inicia, ya que hoy en día todavía se tiene la vieja creencia de que la ciencia y el derecho no poseen relación alguna por la inexactitud de este último y, al ser una premisa errónea, debemos trabajar en erradicar este pensamiento convirtiéndonos en líderes de opinión, defendiendo siempre la justicia y lo que es verdadero.
¿Es suficiente el alcance que tiene el estudio de este posgrado para la exigencia de la vida actual y su desarrollo?
Totalmente. El doctorado permite que los estudiantes desarrollemos capacidades para lograr enfrentar los retos que cada día nos imponen el mundo actual y el ritmo en el que éste se desarrolla. A partir de aquí se incrementa el interés por explorar y encontrar la relación que poseen todos los ámbitos del saber entre sí, conexión que es muy importante establecer hoy en día, pues está comprobado que la colaboración entre especialistas de otras ramas del Saber en pro de la sociedad se ha hecho más notoria, al resultar una fórmula ganadora para el progreso.
Por otra parte, el uso de las tecnologías no se ha dejado de lado y esto permite que el alcance de la información sea aún mayor de lo que se pudo haber imaginado cuando se planteó este proyecto por primera vez. La impartición de clases, la mecánica para buscar información y la posibilidad de acceder a las TIC´s en las aulas, permiten que el conocimiento esté vigente y sea acorde con lo que otros países desarrollan, debido a que el intercambio de información es instantáneo y de mejor calidad.
Si bien ha sido paulatino, hoy más que nunca nos hemos adaptado a nuevos sistemas y optamos por crear otros más que logren integrar máximas universales, sin afectar el libre pensamiento de cada núcleo social, para aprender a ser tolerantes y libres, donde el dominio de dos idiomas es imprescindible, pues facilita a los estudiantes la comprensión adecuada del contexto en contenidos exclusivos provenientes de otros lugares alrededor del mundo, lo que a su vez maximiza la excelencia en cada una de las tareas que nos fueron encomendadas.
¿Debe haber un impacto de carácter social?
Es indiscutible que el compromiso por contribuir al bien común también se consolida con la educación, tema que muchas veces se torna controversial debido a que todavía no es posible asegurar este derecho humano para todos; por lo tanto, quienes tienen la posibilidad de acceder al estudio deben enfocarse en una preparación constante, porque somos nosotros quienes ejercemos como principales portavoces del derecho en las diversas áreas laborales que cada persona desarrolla.
El papel del abogado ha cambiado en torno a que no debe restringir sus actuaciones al ejercicio del derecho a través del análisis y la ejecución de éste, sino que también debe contribuir a la creación de conocimiento y de contenido que pueda ser adecuadamente plasmado tanto para colegas como para el público en general, pues quizá a través de estas acciones logremos transmitir un poco de lo que se nos ha permitido aprender.
Creo firmemente que los futuros doctorandos en derecho deben ser responsables en su actuar cotidiano, pues el impacto social que poseen es alto, así que deben tomar en cuenta que no sólo se trata de la realización personal de cada uno, sino que otra de las metas debe ser convertirse en el medio que ayude a otros a brindar soluciones con liderazgo, con una visión amplia de estudio para que la transformación social verdaderamente exista.
¿Cómo contribuye su proyecto de investigación al acervo jurídico?
El tema que elegí resulta relevante porque es un fenómeno que se suscita actualmente y cuyo desempeño ha enfrentado conflictos de fondo. Los enfoques multidisciplinarios abordados a lo largo del desarrollo de este proyecto son trascendentales para el futuro del patrimonio cultural; esto, porque las acciones colectivas son una vía idónea para exigir derechos que por su naturaleza no podrían ser individuales, pero cuya existencia representa la inquietud y pertenencia de cada individuo involucrado.
Por otra parte, el patrimonio cultural posee un amplio número de significados para la comunidad y nuestro país posee un amplio número de bienes tangibles e intangibles que conforman nuestra historia y quehacer actual.



EL COMPLIANCE PENAL Y LA CRIMINOLOGÍA CORPORATIVA APLICADA EN LAS EMPRESAS Y NEGOCIOS

Por RUBÉN DARÍO MERCHANT UBALDO Licenciado en Derecho. Especialidad en Derecho Penal. Maestro en Derecho Civil. Maestro en Alta Dirección Em...